ISSN:
3006-1393 ISSN-L: 3006-1393
Perioricidad:
Semestral
Vol. 3. N° 4. Febrero – Julio 2023
Autocuidado en pacientes con tumores
de cabeza y cuello en tratamiento de quimio-radioterapia
Self-care in patients
with head and neck tumors undergoing chemo-radiotherapy
Norelis del Carmen Salas Marimón
https://orcid.org/0000-0002-8802-2460
Secundina Cárdenas
https://orcid.org/0000-0002-1432-0342
Universidad Central de Venezuela. Caracas,
Venezuela
http://doi.org/10.62349/revistauno.v.3i4.15
ARTÍCULO DE
INVESTIGACIÓN
https://revistauno.org
Correspondencia del autor
norelissalas1@hotmail.com
cundicg@yahoo.com
Recibido: 11 de octubre de 2022
Arbitrado: 28 de octubre de 2022
Aceptado: 8 de enero de 2023
Publicado: 1 de febrero de 2023
RESUMEN
El objetivo del presente artículo es
describir la información sobre autocuidado que tienen los pacientes con tumores
de cabeza y cuello que reciben tratamiento de quimio-radioterapia concurrente
en el Servicio de Radioterapia Oncológica. Es una investigación descriptiva con
un diseño de campo, transversal, contemporáneo y univariable.
La muestra no probabilística en este estudio fue de 15 pacientes con tumores de
cabeza y cuello. Se obtuvo como resultado que un porcentaje mayoritario de los
pacientes encuestados carecen de información acerca de las conductas de
afrontamiento que deben realizar ante las complicaciones orales derivadas del
tratamiento oncológico como la mucositis, xerostomía,
alteración del gusto, alteración nutricional y disfagia. Se concluye que los
pacientes presentan déficit de información sobre el autocuidado para disminuir
las complicaciones derivadas del tratamiento de quimio-radioterapia. La falta
de información tiene un impacto negativo en la evolución del paciente.
Palabras
clave:
Cáncer de cabeza y cuello, Autocuidado, tratamiento,
quimioterapia, radioterapia.
ABSTRACT
The objective of this article is
to describe the information on self-care that patients with head and neck tumors who
receive concurrent chemoradiotherapy treatment in the Radiotherapy Oncology Service have. It is
a descriptive research with a field, cross-sectional,
contemporary and univariable
design. The non-probabilistic sample in this study was
15 patients with head and neck tumors. The
result was that a majority of the patients surveyed
lacked information about the coping
behaviors they should perform in the face of oral complications derived from oncological treatment such as mucositis, xerostomia, taste alteration, nutritional alteration and dysphagia. It is concluded
that patients present a lack of information about self-care to reduce complications derived from chemo-radiotherapy treatment. The lack of information has a negative impact on the patient's
evolution.
Palabras clave: Head and neck cancer, Self-care, treatment, chemotherapy, radiotherapy.
INTRODUCCIÓN
El cáncer es un problema de salud
pública en el mundo, representa la segunda causa de mortalidad después de las
enfermedades cardiovasculares con una incidencia de 300 nuevos casos por cada
100.000 habitantes y con un porcentaje de mortalidad de 50% de los pacientes (Tirado
y Granados, 2007)
En Venezuela las estadísticas no son
diferentes, el Ministerio Popular para la Salud (MPPS) en su anuario del 2014
refleja una situación similar, con 24.199 casos de muertes, representando la
segunda causa de mortalidad, solamente precedido de las enfermedades del
corazón
La diversidad de los factores
etiológicos de las neoplasias se corresponde con la gran variedad de cánceres y
la terminología que se emplea deriva de las células o tejidos donde se originan
y del lugar u órganos que se vean afectados por la proliferación incontrolada
de células, dentro de esta denominación se encuentran los tumores que afectan
los órganos de la vía aero-digestiva (García-García y
Bascones Martínez, 2009)
Las neoplasias se caracterizan porque
las células son capaces de iniciar un proceso de trasformación que la hace
diferente a su entorno y esta diferenciación no permite que logre cumplir con
su función; una neoplasia representa una masa anormal de tejido cuyo
crecimiento es típico con el resto de tejidos del organismo (Tirado y Granados,
2007). Estas células tienen además la capacidad de invadir los tejidos
adyacentes y generar lesiones secundarias en diversos órganos o tejidos.
La definición de tumores de cabeza y
cuello o tracto aero-digestivo superior, supone un
agrupamiento, no sólo por su localización anatómica, sino porque existen
elementos compartidos como etiología, factores de riesgos, epidemiología,
histología, manifestaciones clínicas, procedimientos diagnósticos, tratamientos
que caracterizan y distinguen esta entidad patológica (García-García y Bascones Martínez, 2009)
Las neoplasias que afectan estructuras
de cabeza y cuello poseen diversas clasificaciones, sin embargo, una de las más
aceptada es la propuesta por la Organización Mundial de la Salud (OMS) en su
clasificación internacional de enfermedades para oncología, incluye a las
siguientes localizaciones para los tumores de cabeza y cuello: labios, cavidad
oral, faringe, laringe, glándulas salivales, fosas nasales y senos paranasales (Tirado
y Granados, 2007) (Organización Mundial de la Salud, 2015)
Debido a las características de los
tumores de cabeza y cuello, se requiere un abordaje complejo en el cual
participa el equipo multidisciplinario de la salud, para dar respuestas a las
actividades de detección precoz, diagnóstico temprano y tratamiento oportuno,
donde se proporciona orientación al paciente y al familiar durante el proceso
de enfermedad y las modalidades terapéuticas, con el objetivo de disminuir el
impacto y severidad de las complicaciones.
Dos de las herramientas terapéuticas
combinadas ampliamente en los tumores de cabeza y cuello son la radioterapia y
quimioterapia, que pueden producir efectos tóxicos aditivos, tanto en las
células neoplásicas como en las células del tejido sano. Los efectos
secundarios además de estar determinados por los tratamientos utilizados se
caracterizan por la zona en donde se desarrolle la neoplasia
El objetivo principal de los
tratamientos oncológicos es controlar y curar la enfermedad; al eliminar la
neoplasia se le brinda al paciente años de sobrevida libre de enfermedad y calidad
de vida. El abandono o retraso de los esquemas establecidos ponen en riesgo el
cumplimiento de dicho objetivo, debido a que disminuye la tasa de efectividad
de los tratamientos.
Los efectos secundarios que se derivan
de la concurrencia de la quimio-radioterapia que se presentan con mayor
frecuencia son: dermatitis, mucositis, disfagia,
infecciones, xerostomía, disfunción del sentido del gusto y dolor. Estas
complicaciones pueden producir a su vez situaciones clínicas como la
deshidratación y desnutrición, que conlleva a un empeoramiento de las
condiciones de los pacientes durante el tratamiento del cáncer
La mucositis
oral se conoce como aquella alteración que surge como complicación del
tratamiento antineoplásico que puede aparecer durante y después de los
tratamientos administrados para el cáncer. Su origen es consecuencia de los
efectos citotóxicos de la quimioterapia y/o los
efectos locales de la radiación sobre la mucosa oral y que se manifiesta como
eritema o ulceraciones. Comienza con la sensación de quemazón en la cavidad
oral que progresivamente va tornándose eritematosa ocasionando una dificultad
en la ingesta de sólidos; más tarde, cuando el grado de afectación sobre la
mucosa oral aumenta puede llegar a impedir también la ingesta de líquido (Toral
Peña, 2017; Portillo y Fernández, 2006; Verdu et al.
2002)
La radioterapia en la cabeza, la cara
o el cuello también puede provocar sequedad en la boca o Xerostomía; después de
finalizada la radioterapia, las glándulas salivales pueden demorar seis meses o
más para comenzar a producir saliva nuevamente (Portillo y Fernández, 2006)
La disfunción del sentido del gusto
por cambios en la percepción de los sabores ocurre en el 30% al 60% de los
pacientes bajo tratamiento de quimio y radioterapia [8, 9]. Los trastornos del
gusto pueden manifestarse como ausencia del gusto, disminución de la
sensibilidad (hipogeusia); incremento de la
sensibilidad para alguno o todos los sabores (hipergeusia)
o distorsión del sabor normal (disgeusia) (Welge-Lüssen y Gudziol, 2004).
Los cambios en la percepción y
reconocimiento de los sabores cobran importancia clínica en el paciente
oncológico, porque además de afectar en su calidad de vida, (Verdu et al., 2002; Yamashita et
al., 2006) es uno de los principales factores de modificación de los hábitos
alimentarios y de la anorexia, lo cual coadyuva con la pérdida de peso, la
desnutrición y el deterioro físico del paciente con cáncer.
Otra consecuencia por el tratamiento
oncológico es la disfagia, que se conoce como la dificultad para la deglución,
el paso del bolo alimenticio desde la boca hasta el estómago. Este trastorno
puede ocasionar la mala nutrición al interferir con la ingesta, y también puede
dar lugar a deshidratación, aspiración hacia la vía respiratoria o incluso la
muerte por ahogamiento (Verdu et al., 2002; Yamashita et al., 2006; Welge-Lüssen
y Gudziol, 2004).
Adicionalmente a estos efectos
adversos, se ve afectada la esfera emocional de la persona enferma,
caracterizada por el aislamiento social, depresión y ansiedad que potencian la
sintomatología, estos factores comprometen el desarrollo de la vida cotidiana
del individuo acentuando un comportamiento limitativo social (Portillo y
Fernández, 2006; Verdu et al., 2002).
Para disminuir las situaciones de
riesgo es necesario participación activa del paciente, la cual se basa en el
conocimiento e información que posea acerca del tratamiento, los efectos
secundarios y los cuidados para el afrontamiento de la dificultad impuesta por
la enfermedad y las complicaciones de la terapéutica (Páez, 2008; Silva y
Pontífice Sousa, 2015; García, 2012). El conocimiento que obtenga el paciente,
posee una estrecha relación con la cantidad y calidad de información que le
proporcione el equipo de salud para contribuir a construir su autocuidado.
La comprensión de los efectos
secundarios, así como la identificación precoz de los cuidados de soporte
disminuyen las complicaciones agudas, que a su vez reducen la suspensión
innecesaria del tratamiento debido a que el paciente es capaz de ejecutar
cuidados oportunos generando tranquilidad y minimizando la ansiedad durante el
proceso. De esta manera, se garantiza la continuidad del tratamiento, con
efectos secundarios esperados y tolerados, tomando como herramientas la
comunicación terapéutica (Portillo y Fernández, 2006).
Los profesionales de enfermería debido
al contacto directo que mantienen con el paciente y su familia pueden
intervenir durante el tratamiento mediante la educación, su participación esta
está dirigida a proporcionar la información y enseñar sobre los cuidados que
debe ejecutar el paciente que se encuentra en el protocolo de
quimio-radioterapia concurrente con tumores de cabeza y cuello.
El autocuidado permite la intervención
del individuo y su grupo de apoyo en la medida en la que identifica las
necesidades y efectos secundarios brindando empoderamiento y el manejo adecuado
del régimen terapéutico, lo que se verá reflejado en el mejoramiento de la
calidad de vida (Páez, 2008).
Esto hace necesario que el paciente
posea la información oportuna que le permita identificar los cuidados que
disminuyen la incidencia de las complicaciones, lo que permitirá desarrollar un
protocolo que describa de manera adecuada los efectos secundarios, medidas de
soporte y evolución de la enfermedad, promoviendo el derecho y la
responsabilidad de la persona enferma de cuidarse a sí misma (Silva y Pontífice Sousa, 2015; García,
2012).
Como resultado, el paciente es capaz
de entender los efectos molestos de la alteración en el estado de salud;
reconocer una nueva imagen corporal y su estado actual de salud, de esta manera
es capaz de convertirse en gestor de su cuidado propio para fortalecer el auto
concepto o aprender a vivir con la patología.
Es por ello, que el autocuidado se
puede concebir como constructo que se usa de manera amplia en la profesión de
enfermería y que tiene inherencia en la educación del paciente donde se le
garantiza el mantenimiento de su vida, salud y bienestar (Verdu
et al., 2002; Yamashita et al., 2006)
Es aplicable en todos los aspectos del
cuidado, incluido los pacientes oncológicos, que tienen la necesidad de
reconocer y manejar la aparición de problemas propios de la vida cotidiana y de
las diferentes experiencias que se presentan con la enfermedad, cambios
sociales y económicos.
La relación establecida entre el
profesional de enfermería y el paciente, debe estar basada en el conocimiento
especializado, cuidado continuo, desempeño del rol de educador y las
herramientas propias de la empatía; que permiten la orientación de manera que
la persona enferma sea capaz de ejecutar el autocuidado ante las situaciones
que se derivan de la concurrencia de quimio-radioterapia para mejorar el bienestar
físico, psicológico y su calidad de vida (García, 2012).
El autocuidado permite que el paciente
oncológico mejore el afrontamiento a la terapéutica a través del reconocimiento
temprano de los síntomas que se presentan durante el tratamiento lo que se traduce
en la aplicación de cuidados oportunos y continuos, además aumenta la autonomía
y el bienestar del paciente y la familia durante el proceso. El resultado se
evidencia en la disminución en la morbilidad asociada a los tratamientos del
cáncer, lo que lleva a un aumento de la calidad de vida y mejores tasas de
respuestas.
Los profesionales de enfermería debido
al contacto directo que mantienen con el paciente y su familia pueden
intervenir durante el tratamiento mediante la educación. Estas actividades educativas
permiten que el paciente en tratamiento ejerza el autocuidado, descrito como el
cuidado propio que comprende una función regulatoria que los individuos
desarrollan deliberadamente para resguardar requerimientos vitales, mantener su
desarrollo y funcionar integralmente (Páez, 2008).
El autocuidado permite la intervención
del individuo y su grupo de apoyo en la medida en la que identifica las
necesidades y efectos secundarios brindando empoderamiento y el manejo adecuado
del régimen terapéutico, lo que se verá reflejado en el mejoramiento de la
calidad de vida (Verdu et al., 2002; Silva y
Pontífice Sousa, 2015)
Es por ello que el autocuidado se
puede concebir como constructo que se usa de manera amplia en la profesión de
enfermería, es aplicable en todos los aspectos del cuidado, incluido los
pacientes oncológicos, que tienen la necesidad de reconocer y manejar la
aparición de problemas propios de la vida cotidiana y de las diferentes
experiencias que se presentan con la enfermedad, cambios sociales y económicos
de manera que creen un mínimo estrés debido a la adquisición de respuestas
adaptativas (Páez, 2008)
Los pacientes con tumores de cabeza y
cuello reciben tratamiento en unidades especializadas de quimioterapia y
radioterapia oncológica, presentan complicaciones que evolucionan rápidamente a
mayor severidad durante el transcurso del tratamiento comprometiendo la calidad
de vida y que en un 50% de los casos requiere la interrupción del tratamiento
(García, 2012)
De acuerdo a lo expuesto el objetivo
de la investigación fue describir la información sobre autocuidado que tienen
los pacientes con tumores de cabeza y cuello que reciben quimio-radioterapia
concurrente en una unidad de radioterapia
METODO
Es una investigación descriptiva con
un diseño de campo, transversal, contemporáneo y univariable.
La muestra no probabilística en este estudio fue de 15 pacientes con tumores de
cabeza y cuello. Como criterios de
inclusión para formar parte de la muestra se consideró que el paciente se
encuentre en tratamiento de
quimio-radioterapia en la unidad de radioterapia en el periodo del cuarto
cuatrimestre de 2018, que hayan firmado el consentimiento informado, para
consentir formar parte de la investigación. Como criterio de exclusión fue que
el paciente que abandone el tratamiento por un período mayor de cuatro
semanas.
La técnica de recolección de datos
fue la encuesta y como instrumento un
cuestionario con preguntas cerradas, se le determino la validez a través del
juicio de expertos y la confiabilidad
fue alta.
El análisis de los resultados se
realizó con estadística descriptiva, los datos
se presentan en tablas y sus respectivos gráficos.
La variable es información acerca de los autocuidados que
deben realizar los pacientes con cáncer
en la cabeza y/o cuello, en
tratamiento de quimio y radioterapia. Esta información hace referencia al
afrontamiento ante la mucositis, xerostomía,
alteración del gusto y alteración nutricional y disfagia (Zacarias,
2006; Hidalgo y Chávez, 2011).
RESULTADOS
Mucositis: Los autocuidados que debe realizar el
paciente con quimioterapia para atender la aparición de mucositis
son: higiene oral de forma constante cada vez que se realiza la ingesta de
sólidos o líquidos, uso de cepillos de dientes de cerdas suaves, uso del enjuague
bucal, uso de la solución wonder, realización de
gargarismos. Los resultados acerca de la información que poseen los pacientes
acerca de la mucositis se resumen en la tabla y
gráfico 1
Tabla 1. Información de los autocuidados de la
mucositis.
Ítem |
Si |
No |
Consecuencia de la mucositis |
60% |
40% |
Higiene oral |
67% |
33% |
Uso cepillo suave |
60% |
40% |
Uso sol wonder |
53% |
47% |
Gargarismos |
67% |
33% |
Uso de antiácido |
- |
100% |
Necesidad educación |
53% |
47% |
Gráfico 1. Información de autocuidados de la mucositis
El 60% de los pacientes de la muestra
conocen que la mucositis o laceraciones en el tejido
de la boca son una complicación del tratamiento que recibe de quimioterapia en
concurrencia con radioterapia, el 40% no conocen de esta consecuencia.
Con respecto a los autocuidados el 67%
conoce el papel de la higiene oral, el 60% están informados en la necesidad de
usar un cepillo dental suave para evitar daño en la se encías. El 53% conoce la
existencia de la solución wonder; el 67% están
informados de la necesidad de realizar gargarismos. Ninguno de los pacientes de
la muestra tiene conocimiento acerca del uso del antiácido para tratar las
laceraciones bucales.
El 53% están de acuerdo en recibir
información para los autocuidados de la mucositis, el
otro 47% no considera que deban recibir información.
Xerostomía
La quimioterapia y la radioterapia
provocan sequedad en la boca, o xerostomía, al dañar las glándulas salivales.
La quimioterapia provoca sequedad en la boca al tornar la saliva más espesa. En
la tabla y gráfico 2 se resumen los resultados del conocimiento que tienen los
pacientes acerca de los autocuidados para afrontar la xerostomía.
Tabla 2. Información sobre autocuidados de la
xerostomía
Si |
No |
|
Consumo de alimentos dulces |
60% |
40% |
Consumo de 8 vasos de agua |
33% |
67% |
Chupar hielo |
7% |
93% |
Hielo/Dormir la boca |
- |
100% |
medicamento producir saliva |
- |
100% |
Gráfico 2. Información sobre autocuidados de la
xerostomía
El 60% de los pacientes conocen que el
consumo de caramelos o alimentos dulces aumenta la producción de saliva. Solo
el 33% conoce que debe beber por lo menos 8 vasos de agua, el 67% no posee esta
información.
El 93 % de los pacientes de la muestra
no conocen que chupar el hielo los ayudaría a disminuir los síntomas de la
xerostomía.
El 100% desconoce que existen
medicamentos que aumentan la producción de saliva y que el hielo puede dormir
la boca.
Alteración
del gusto (hipogeusia, hipergeusia o disgeusia)
La alteración del gusto es una
condición muy frecuente en pacientes con tratamiento oncológico, por lo cual el
paciente debe tener información acerca de los autocuidados que pueda
proporcionarse. Las alternativas y conocimiento que tienen los pacientes al
considerar los trastornos del gusto se refieren a continuación en la tabla y
grafico 3.
Tabla 3. Información sobre autocuidados en la
alteración del gusto
Si |
No |
||
Cambios en el consumo |
60% |
40% |
|
Alteración del gusto |
73% |
27% |
|
Cambio en la preferencia de
alimentos |
50% |
50% |
|
Uso de especies |
10% |
90% |
|
Uso de hierbas aromáticas |
20% |
80% |
|
Mejorar presentación del alimento |
33% |
67% |
Gráfico 3. Información sobre autocuidados en la
alteración del gusto
El 60% de los pacientes reporta que ha
tenido cambios en el consumo de sus alimentos, el 40% no ha presentado cambios;
el 73% manifiesta alteración en el gusto, el 27% no manifiesta alteración. La
mitad de la muestra ha experimentado cambios en la preferencia de alimentos.
Solo el 10% utiliza especies y 20% usa hierbas aromáticas para aderezar sus
alimentos. El 33% reporta que ha tratado de mejorar el atractivo de sus comidas
a través de la presentación, el 67% no mejora la presentación de sus platos.
Alteración
nutricional y disfagia
La dificultad para ingerir alimentos,
puede aumentar en el transcurso del tratamiento causando pérdida de peso lo que
altera su estado nutricional y con ello la tolerancia a los tratamientos, es
por ello prioritario que el paciente posea información acerca de la ingesta de
ingiera proteínas, calorías y líquidos para que su organismo logre el
equilibrio necesario para culminar los tratamientos sin interrupciones.
Los resultados acerca de la información
de los autocuidados en alteración nutricional y disfagia en la tabla y gráfico
4.
Tabla 4. Información sobre autocuidados de
alteración nutricional y disfagia
Si |
No |
||
Ingiere alimentos ricos en calorías |
33% |
67% |
|
Ingiere alimentos blandos |
60% |
40% |
|
Abundantes líquidos |
93% |
7% |
|
Ingiere sopas y cremas |
87% |
13% |
|
Toma jugos naturales |
47% |
53% |
|
Evita alimentos solidos |
27% |
73% |
|
Realiza 6 comidas diarias |
13% |
87% |
|
Consume suplementos alimenticios |
33% |
67% |
Gráfico 4. Información sobre autocuidados de
alteración nutricional y disfagia
El 67% de los pacientes no ingiere
alimentos ricos en calorías, el 33% si los ingiere; el 60% ingiere alimentos
blandos, el 40% no lo hace; el 93% consume abundantes líquidos; el 87% consume
sopas y cremas. El 47% consume jugo de frutas el 53% no lo consume. El 27%
evita la ingesta de alimentos sólidos, el 73% no los evita. Solo el 13% realiza
6 comidas al día el 87% no lo hace. El 67% no consume suplementos alimenticios
el 33% si los consume.
En cuanto la información que poseen
los pacientes sobre los cuidados que deben realizar al presentar complicaciones
orales: alteración nutricional y disfagia. la mayoría responde de forma
correcta a la medida de consumir abundantes líquidos, proteínas, sopas y cremas
no obstante se evidencian carencias de información acerca de acciones de
cuidado como la conveniencia del consumo
de pequeñas porciones de alimentos varias veces al día y el consumo de
suplementos nutricionales , alimentos
hipercalóricos y jugos naturales.
DISCUSIÓN
Los tumores de cabeza y cuello
comprenden un grupo heterogéneo de tumores malignos que se originan a partir de
todas las estructuras situadas por encima de la clavícula, con excepción del
encéfalo, la médula espinal, la base del cráneo y la piel (García, 2012). Como
toda neoplasia poseen la capacidad de afectar de manera considerable el
bienestar físico, psicológico y la calidad de vida de los pacientes. El
abordaje terapéutico de este grupo de tumores, se basa en la concurrencia de
quimio-radioterapia, cuyo objetivo fundamental es la eliminación completa del
tumor con disminución de la probabilidad metástasis y la conservación de la
funcionalidad de las estructuras afectadas lo que le permite al paciente
reincorporase a sus actividades cotidianas (Casito y Territo,
2010).
Los resultados arrojados en la
presente investigación destacan el déficit de información sobre el autocuidado
que poseen los pacientes que conformaron la muestra que reciben tratamiento de
quimio-radioterapia concurrente en tumores de cabeza y cuello.
Las carencias en el conocimiento en
relación a las consecuencias y las
medidas para su afrontamiento del tratamiento oncológico ocasionan que los
pacientes tengan mayores complicaciones asociadas al tratamiento y una
percepción negativa acerca su calidad de vida. Esto puede generar temor y
ansiedad e incluso abandono del tratamiento. Al respecto García (2012) en
investigación presentada ante la Universidad de Zaragoza describe los efectos
secundarios de la radioterapia en tejidos sanos en tumores de cabeza cuello e
incluye el autocuidado como una herramienta para la cobertura de problemas
suponiendo un aporte esencial para la elaboración de protocolos de autocuidado.
Los efectos secundarios son inherentes
de los tratamientos oncológicos y afectan de forma integral al enfermo, de tal
manera que la tolerancia de ellos supone un factor predictivo de los resultados
de los protocolos oncológicos. Para el manejo de las toxicidades es necesario
que el paciente los conozca y sea capaz de ejecutar cuidados oportunos y
sustentados en bases teóricas proporcionados por los profesionales de salud.
La educación al paciente es un eslabón
importante en la atención de enfermería; en estudios de pacientes sometidos a
radioterapia destacan que cuando los pacientes tienen mayor conocimiento del
proceso que están viviendo, se sienten mentalmente preparados para recibir el
tratamiento y tienen una disminución significativa de la ansiedad cuando se les
instruye, de manera específica, concreta y objetiva sobre el procedimiento
terapéutico, efectos secundarios del mismo y manejo de los síntomas, lo que
contribuye a mejor la calidad de vida (Zacarias,
2006).
Lo anteriormente planteado destaca la
importancia de autocuidado como estrategia que les permite a los pacientes
empoderarse y poder ser partícipes en su proceso de cuidado a través del manejo
de conocimientos teóricos y prácticos. El autocuidado es un concepto amplio que
ha evolucionado a lo largo de los tiempos y está asociado a principios éticos
como la autonomía e incluye independencia y responsabilidad del individuo, esto
abarca las actividades llevadas a cabo de manera independiente por la persona,
siendo este un comportamiento aprendido que mantiene permite integridad de la
persona (Casito y Territo, 2010).
Como todo proceso de cuidado necesita
una base teórica, Dorotea Orem describió las
características de esta propuesta y su impacto en la calidad de vida de los
pacientes. Desarrolló la teoría basada en las necesidades humanas los cuales
presentan requisitos de autocuidado universales, haciendo énfasis en las
necesidades que permiten preservar la funcionalidad de la persona; describió el
autocuidado como la demanda que surge cuando la persona enferma puede llevar a
cabo por sí mismo su cuidado (Páez, 2008; Hidalgo y Chávez, 2011).
Los resultados del conocimiento acerca
de la mucositis coinciden con los encontrados en las
investigaciones que muestran que los pacientes oncológicos en tratamiento
tienen algún afrontamiento, pero deben ser atendidos de manera más específica
para aumentar su confianza en el manejo de las dolencias en la mucosa bucal,
lengua y faringe (Hidalgo y Chávez, 2011; Muñoz y Urquiza, 2014). Para atender
la xerostomía los pacientes recurren a chupar caramelos y no conocen otras
formas de atender la sequedad en la boca, este resultado es coincidente con el
encontrado por diversos estudios (Yamashita et al.,
2006). La alteración del gusto y la alteración nutricional se reducen a
consumir una dieta líquida con la ingesta abundante de agua y alimentos
licuados, esto coincide con los resultados que reportan autores (Hidalgo y
Chávez, 2011).
CONCLUSION
El autocuidado desempeña un papel
fundamental en el manejo de pacientes con tumores de cabeza y cuello que se
encuentran en tratamiento de quimio-radioterapia. Durante este proceso, los
pacientes enfrentan una serie de desafíos físicos, emocionales y sociales que
requieren una atención integral. El autocuidado se refiere a la capacidad de
los pacientes para tomar medidas activas en el cuidado de su salud, promoviendo
su bienestar general y mejorando su calidad de vida.
La implementación de estrategias de
autocuidado adecuadas puede ayudar a minimizar los efectos secundarios del
tratamiento, como la mucositis, la disfagia, la
fatiga y la depresión. Estas estrategias pueden incluir una dieta equilibrada y
nutritiva, la hidratación adecuada, la práctica de ejercicios físicos suaves,
el manejo del estrés y la participación en actividades de apoyo emocional, como
grupos de terapia de apoyo o terapia individual. Además, es importante mantener
una buena higiene oral y seguir las pautas médicas y de seguimiento
recomendadas.
Es cierto que la falta de información
puede tener un impacto negativo en la evolución del paciente. Cuando los
pacientes no reciben la información adecuada sobre su condición médica, su
tratamiento y las medidas de autocuidado necesarias, pueden experimentar
confusiones, ansiedad y dificultades para tomar decisiones informadas sobre su atención.
La falta de información puede llevar a
malentendidos sobre los procedimientos médicos, los efectos secundarios del
tratamiento y las pautas de autocuidado. Esto puede resultar en una falta de
adherencia al tratamiento, una gestión inadecuada de los síntomas y una menor
calidad de vida.
Por otro lado, cuando los pacientes
están bien informados sobre su condición y tratamiento, pueden participar de
manera activa en su atención, tomar decisiones informadas y seguir las
recomendaciones médicas de manera más efectiva. La información clara y
comprensible les permite comprender mejor su situación, manejar los efectos
secundarios y buscar el apoyo necesario.
Es fundamental que los profesionales
de la salud brinden a los pacientes la educación y el apoyo necesarios para
fomentar el autocuidado. Esto implica proporcionar información clara y
comprensible sobre los efectos secundarios del tratamiento, así como enseñar
técnicas de cuidado personal específicas. Los pacientes deben ser alentados a
comunicarse abiertamente con su equipo médico y buscar ayuda cuando sea
necesario.
REFERENCIAS
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M. (2010). Manual de Oncología Clínica.
(6a. ed.) Caracas: Wolters.
García, B. (2012). Cuidados de enfermería en los efectos
adversos de la radioterapia en los tumores de cabeza y cuello. Zaragoza:
Universidad de Zaragoza. Facultad de Medicina. http://invenio2.unizar.es/record/7238/files/TAZ-TFG-2012-076.pdf
García-García, V., y Bascones Martínez, A. (2009). Cáncer oral: Puesta al día.
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